5 suculentas raras perfectas para coleccionistas



Última actualización: 7 mayo, 2024.
Tiempo estimado de lectura: 6 minutos.

Las suculentas raras y exóticas son tesoros muy codiciados para las personas coleccionistas de plantas. No solo son deseadas por su estética inusual y llamativa, sino también por la historia y singularidad que cada una de ellas aporta a una colección. Este tipo de especies cada vez son más codiciadas y existe más interés por conseguirlas dado que algunas de ellas no son nada fáciles de encontrar. 

Sin embargo, es importante tener presente que cada especie tiene unos requerimientos específicos que debemos cumplir para mantenerlas saludables y, por encima de cualquier otra cuestión, deberíamos siempre priorizar el hecho de que podamos darle las condiciones necesarias antes de dejarnos llevar por lo exóticas o llamativas que puedan parecernos.

A continuación, os presentamos 5 especies de suculentas raras que son perfectas para añadir a cualquier colección.

1. Conophytum bilobum

La Conophytum bilobum, de la familia de las aizoáceas, es originaria de Sudáfrica y destaca por sus curiosas formas que parecen pequeñas piedras pulidas. Durante la estación seca, se retrae hasta casi desaparecer entre las rocas, mimetizándose con su entorno para evitar a los animales.

A pesar de su tamaño compacto, esta planta es capaz de producir flores amarillas brillantes que contrastan maravillosamente con su cuerpo verde o grisáceo. El ciclo de vida del Conophytum bilobum está estrechamente ligado al régimen de lluvias; durante los períodos de lluvia, la planta absorbe agua y se hincha, mientras que en la temporada seca parece una piedra más del paisaje. Esta adaptación no solo es fascinante desde el punto de vista biológico, sino que también la convierte en una candidata ideal para aquellos que buscan una planta de bajo mantenimiento y gran resistencia.

2. Ceropegia woodii variegata

La Ceropegia woodii variegata, también conocida como «cadena de corazones variegada» o «collar de corazones», es una de las especies más bonitas y singulares por la forma que adoptan sus hojitas y su vistosa variegación (apariencia de zonas diferentemente coloreadas). Las hojas de esta especie, originaria del sur de África, presentan una mezcla de colores verde claro, crema y a veces toques de rosa, especialmente cuando se exponen a suficiente luz, pero sin sol directo que podría quemar sus delicadas hojas. Esta variegación no solo añade un atractivo visual único, sino que también varía en intensidad y patrón de una planta a otra, lo que hace que cada ejemplar sea único. Produce tallos finos tallos que pueden utilizarse en macetas con soportes colgantes de manera muy elegante y decorativa.

En condiciones ideales, la Ceropegia woodii variegata florece en verano y otoño, produciendo pequeñas flores en forma de linterna que son fascinantes por su estructura compleja y belleza exótica. Estas flores, aunque no son especialmente llamativas en cuanto a color, son atractivas por su singularidad y la forma en que complementan el follaje de la planta.

3. Fenestraria rhopalophylla

La Fenestraria rhopalophylla, más comúnmente conocida como «planta ventana», proviene de las áridas regiones del suroeste de África y una de las características más interesantes de esta especie son sus hojas translúcidas en la punta, que funcionan como pequeñas ‘ventanas’ que permiten que la luz solar penetre directamente en el interior de las hojas, donde se realiza la fotosíntesis, mientras que el resto de la planta permanece enterrada bajo la arena para protegerse del calor extremo y la deshidratación. Este rasgo le da no solo su nombre común sino también un aspecto distintivo y delicado.

Las hojas son suculentas, carnosas y, por lo general, de color verde pálido, formando agrupaciones compactas que pueden cubrir el suelo como un pequeño tapiz verde en su hábitat natural. Durante la primavera, la Fenestraria rhopalophylla se adorna con flores amarillas o, a veces, blancas que emergen desde la base de las hojas y se abren completamente bajo la luz del sol directo, añadiendo un toque de color y alegría a su ya de por sí interesante forma.

La Fenestraria rhopalophylla es relativamente fácil de mantener, lo que la hace ideal tanto para principiantes como personas con más experiencia. Preferiblemente, luz brillante pero indirecta, un sustrato con buen drenaje y riegos moderados que imiten el ciclo de lluvias esporádicas de su entorno natural. Es importante tener cuidado con el exceso de humedad para evitar problemas de pudrición en las raíces.

4. Lithops

Los Lithops, comúnmente conocidos como «piedras vivas», son suculentas que han perfeccionado el arte de la camuflaje en su lucha por la supervivencia en los desiertos del sur de África. Estas pequeñas y fascinantes plantas imitan la forma y el color de las piedras entre las que crecen, lo cual les ayuda a evitar ser devoradas por los animales. Cada planta consta de dos hojas gruesas unidas en el centro, donde brota la flor, usualmente en tonos de amarillo o blanco, que emerge entre las hojas en plena temporada de crecimiento.

Los Lithops son propensos a sufrir si se les trasplanta o se manipula en exceso. Es mejor dejarlos en paz en su maceta y solo intervenir cuando sea estrictamente necesario. La fascinación por estas plantas radica no solo en su peculiar apariencia, sino también en su capacidad única para adaptarse a las condiciones más inhóspitas, lo que las convierte en una adición intrigante y desafiante para cualquier coleccionista de suculentas.

5. Pleiospilos

Esta planta es un miembro fascinante de la familia Aizoaceae, originaria de las regiones áridas de Sudáfrica. Sus hojas gruesas y divididas en segmentos parecen casi pétalos, con una textura aterciopelada y una tonalidad que varía desde el verde oscuro hasta el rojo intenso, dependiendo de la exposición a la luz y otros factores ambientales.

A menudo, algunas personas confunden esta especie con los Lithops. Sin embargo, su aspecto físico y su ciclo de vida es totalmente diferente.

La Pleiospilos florece en la temporada de otoño o invierno, produciendo una flor grande y espectacular que contrasta con su cuerpo compacto y colorido. Las flores, generalmente de un amarillo brillante, pueden ser tan grandes como la propia planta, proporcionando un espectáculo visual impresionante que las hace especialmente atractivas para cualquier colección.

Para esta especie es esencial un riego moderado, permitiendo que el suelo se seque completamente entre riegos para evitar la pudrición de la raíz.

Esta claro que estas 5 suculentas raras son solo algunos ejemplos de la cantidad tan grande de especies que podemos encontrar. ¿Tenéis alguna de ellas en vuestra colección? ¿Qué especies añadiríais a la lista?


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